África, Campañas, Ruta contra el Racismo — 17/09/2015 a 11:29 am

Deportado desde Asturies un joven colombiano el mismo dia de su puesta en libertad

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El 7 de septiembre, E.M.D., de 19 años, salía del centro de menores de Sograndio después de cumplir su pena. Una patrulla de la Brigada de Extranjería le esperaba para detenerlo. Tres días después era deportado a Colombia, pese a que vivía en España desde los 4 años. Aquí se quedaba toda su familia. En Bogotá le esperaba unos conocidos de su madre a los que él nunca había visto. Le deportaban argumentando “falta de arraigo en España”.
Por Patricia Simón, para Atlántica XXII
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Miembros de la Ruta contra’l Racismu se concentraron en Sograndio para denunciar los métodos de la dirección del centro. Foto / Pablo Lorenzana.

Diecisiete trabajadores del Centro de Menores de Sograndio (Asturies) han hecho público un escrito en el que denuncian las circunstancias en las que se dio la detención de E.M.D. el mismo día en el que cumplía su sentencia y recobraba la libertad. “Rechazamos el modo en el que se produjo la detención y repatriación de urgencia: las fuerzas de seguridad del Estado entraron en el recinto del centro de internamiento de menores justo en el momento en el que el interno iba a finalizar su medida judicial y quedar en libertad (…) El joven y su familia desconocían que esto fuera a suceder. Nos preguntamos si éste es un modo de proceder habitual con las personas que finalizan una medida o pena privativa de libertad”. La Policía no tiene acceso a las fechas de salida de los internos por lo que los abogados entienden que tuvo que ser la dirección del centro la que le informó con antelación para que procedieran a la detención de E.M.D. De hecho, según cuentan los abogados del joven, los responsables del centro retrasaron su salida hasta la llegada de la patrulla de Extranjería que lo detuvo.

Fuera le esperaba su familia, todos con permiso de residencia y trabajo en España, incluida su abuela. Pese a ello, la orden de expulsión fue basada en “falta de arraigo” cuando, como dicen sus representantes legales, E.M.D. “lleva en España desde los 4 años como acreditan los certificados de escolaridad que presentamos. Donde no tiene arraigo es en Colombia, donde no conoce a nadie. Además le deportaron a Bogotá, que ni siquiera es su ciudad”.

Los trabajadores del centro de menores añaden que, cinco días antes de su puesta en libertad, E.M.D. tenía una cita en el Consulado de Colombia para regularizar su situación. Sin embargo, el director impidió que acudiera al advertir a la jueza que debía dar el permiso de “alto riesgo de fuga”. “Desconocemos las razones que motivan esta actuación, pero extraña que se calificara con tan alto nivel de riesgo de fuga esta salida cuando el interno finalizaría su medida cinco días después”, explican en su escrito el personal que ha trabajado con E.M.D. durante su periodo de internamiento.

E.M.D. fue deportado mediante la llamada “expulsión exprés”, que se ejecuta en 72 horas desde el momento de su detención. A él ni siquiera se le había notificado esta expulsión según sus abogados, que han mostrado a ATLÁNTICA XXII el justificante de la recepción de la orden de expulsión que fue entregada en el centro de internamiento y firmada por un recepcionista del mismo. “Cuando se realiza una deportación express, significa que la decisión estaba tomada tiempo atrás, porque hay que comprar los tickets para el deportado y los dos policías que le acompañaron”. Así se explican que el recurso que presentaron de 26 páginas de medidas cautelarísimas que argumentaban las pruebas del arraigo de E.M.D. fuera respondido con un sólo párrafo que fue redactado por la jueza del contencioso-administrativo de Oviedo, Pilar Martínez Ceyanes, en menos de 20 minutos. Justo media hora antes de que despegase el vuelo que expulsó a E.M.D. el 9 de septiembre.

Los abogados ni siquiera pudieron ver al joven porque las personas sobre las que pesa una orden de expulsión no tienen derecho a asesoramiento legal una vez detenidos. Su madre pudo verle 5 minutos un día después de ser detenido. Sobre E.M.D., como sobre todas las personas deportadas por estar en situación administrativa irregular, pesa una prohibición de volver a todo el Espacio Schengen en los próximos 5 años. Ahora solo le queda iniciar un expediente para volver a España por motivos de arraigo o solicitar la reunificación familiar. Ambas medidas son en su mayoría rechazadas por el Estado español.

“Si España quiere reeducar y reinsertar, cómo es posible que E.M.D. fuera detenido el mismo día en el que acababa de cumplir íntegramente su pena, el día en el que podía iniciar una nueva vida. En lugar de eso, en 72 horas estaba en Colombia”, concluye la abogada Ángela Campos.

“La maquinaria de las deportaciones está vinculada con las redadas racistas”

La Ruta contra’l Racismu, integrada por organizaciones defensoras de los derechos humanos, se ha concentrado hoy en la puerta del centro para denunciar los métodos empleados por la dirección de Sograndio. “El año pasado otro menor fue detenido en el mismo momento en que era puesto en libertad. Queremos señalar que la maquinaria de las deportaciones está vinculada con las redadas racistas, como en este caso, o como cuando la Brigada de Extranjería caza inmigrantes para llenar vuelos de deportación. En Asturias una media de una persona es detenida al día por estas razones”, explican desde la plataforma ciudadana. “Es una gran noticia que 17 trabajadoras del centro hayan hecho público este comunicado sabiendo las dinámicas autoritarias ejercidas por el director, Manuel Ramos”.

España deporta entre 10.000 y 15.000 personas cada año. Los vuelos son operados por el grupo Globalia, al que pertenece Air Europa y Halcón Viajes, entre otras empresas, mediante un contrato de monopolio con el Gobierno español.