Libros, México — 13/09/2015 a 11:06 am

OJARASCA 221-Septiembre 2015

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PAÍS DE MENTIRAS Y OSCURIDAD

El 26 de septiembre, hace un año, perdimos mucho.

Primero que nada, 49 jóvenes, y 43 de ellos ni siquiera han aparecido. Ah, de uno encontraron un huesito.

Perdimos la confianza, si alguna quedaba, en las autoridades del Estado, dedicadas a construir castillos de basura, ganar tiempo y hacérnoslo perder. La calma ciudadana de por sí estaba perdida desde 2007 en casi todo el territorio nacional en los sube y bajas del horror.Lo mismo la credibilidad de una democracia que cuesta una fortuna sin sacar de la miseria a la población ni representarla legítimamente.

Esto y más se ha desvanecido, pero algo no: la memoria. Tampoco la capacidad de indagar a contracorriente de las mentiras con que nos condenan a la oscuridad.

¿Qué delata más el miedo del poder a la verdad? ¿La presteza del Ejecutivo y su procuradora acusando recibo del informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que echa por tierra el cuento “histórico” de cómo habrían desaparecido los estudiantes de Ayotzinapa? ¿O la procacidad rayana en el pánico o el cinismo de sus propagandistas mediáticos más incondicionales, que le reprochan al gobierno “ceder” a las “presiones” de esos “pillos” que, con un caramba, gozan de mucha mayor credibilidad internacional que ellos y el gobierno, por más que los reduzcan infructuosamente a “chismosos” de redes sociales, oenegés vivales, opositores populistas o con intereses “inconfesables”?

Como si el poder y sus loros estuvieran dispuestos a confesar lo que saben que sabemos. Sus mentiras valen harto dinero. Las complicidades les resultan necesarias para con su impunidad remitirnos a la oscuridad.

Ciertamente la memoria no basta para construir las resistencias, pero es una piedra necesaria para hacerlo. Así lo demuestra el consistente esfuerzo de los pueblos originarios, a los que no dejan de hostigar, exiliar o matar; para quienes no hay justicia en el país de la mentira que a todos ofende. En su capacidad de memoria reside la posibilidad de su futuro, o sea el de México. Hablan con la verdad; es comprobable si uno se apersona, escucha y ve.

Es por ellos que quedan luces en el país de la oscuridad, que no del silencio.