África, Noticias, Ruta contra el Racismo — 09/02/2016 a 12:50 pm

TARAJAL: SE CUMPLEN DOS AÑOS DE UN CRIMEN IMPUNE

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En su segundo aniversario, un documental busca reabrir el caso de los sucesos ocurridos en la playa del Tarajal en Ceuta, una ocasión en que la sentencia impuesta por el delito de huir de la miseria fue la ejecución sumarísima de 15 seres humanos.

La vida de 15 personas vale menos que la inviolabilidad de la frontera española.

O al menos esa es la conclusión que parece extraerse del caso Tarajal, la playa de Ceuta donde el 6 de febrero de 2014, hace ahora dos años, murieron ahogadas 15 personas que trataban de alcanzar territorio español.

El documental “Tarajal, desmontando la impunidad en la frontera sur”, que se estrena con motivo de este segundo aniversario de la tragedia, puede ser vital para reabrir una tragedia cerrada judicialmente en falso.

Pero, ¿qué pasó aquel día en Tarajal?

LOS HECHOS: AHOGADOS ENTRE PELOTAZOS POLICIALES

Poco después de las 7.30 de la mañana, unas 200 personas se dirigen hacia la playa del Tarajal en su lado marroquí. Con el objetivo de alcanzar el territorio español de Ceuta, solo separado por un espigón bordeable a nado, entran en el agua.

En ese momento, varios agentes de la Guardia Civil se apostan en el borde del espigón perteneciente a Ceuta. Disparan pelotas de goma y lanzan un bote de humo contra las personas que en ese momento se encuentran en el agua. Inmediatamente, se desata la desesperación y el pánico entre ellos.

15 personas, todavía en territorio marroquí, pierden la vida.

LOS PUNTOS NEGROS: LA MENTIRA DEFIENDE LA FRONTERA

El pasado octubre la jueza de Ceuta María del Carmen Serván archivó la causa. El auto exculpaba a los 16 guardias civiles imputados, al tiempo que trasladaba la responsabilidad a los ahogados.

“Los inmigrantes asumieron el riesgo de entrar ilegalmente en territorio español por el mar a nado, en avalancha, aprovechando la noche, vistiendo gran cantidad de ropa y haciendo caso omiso a las actuaciones disuasorias tanto de las fuerzas marroquíes como de la Guardia Civil”.

“Genera un precedente muy peligroso. Viene a decir que para la defensa de la frontera todo está permitido, otorga barra libre a la Guardia Civil”, alerta Marc Serra, jurista del Observatori DESC, plataforma impulsora junto con la productora Metromuster del documental. Para Serra, “la resolución tiene un nivel jurídico muy bajo”.

Para Juan Luis Sánchez, subdirector de eldiario.es, medio que ha realizado la investigación del caso y colaborado en el documental, “este es uno de los ejercicios más graves de ocultación” que ha visto en su carrera profesional.

Las irregularidades cometidas y las contradicciones oficiales parecen complementarse en un caso con demasiados puntos negros como para ser archivado. Sirvan de ejemplo estos hechos:

1. A pesar de haber activado la alerta tras la detección de movimiento humano en el lado marroquí, la Guardia Civil no avisó a Salvamento Marítimo ni a Cruz Roja, como es habitual en un caso así.

2. El director de la Guardia Civil y el delegado del gobierno negaron que se hubieran disparado pelotas de goma. Las imágenes lo desmienten.

3. Días más tarde, el ministro de Interior admitió el uso de material antidisturbios siempre en aguas españolas, contradiciendo también las imágenes.

4. El propio ministro de Interior también afirmó que las personas que estaban en el agua no solicitaban auxilio, y que la Guardia Civil no podía entrar en aguas marroquíes, obviando la presencia de una patrullera del cuerpo español en territorio marroquí.

5. Existen testigos que aseguran que se efectuaron disparos a los flotadores que los migrantes llevaban y que se oyeron, desde los alrededores, gritos para que la Guardia Civil auxiliase a los migrantes.

6. La Guardia Civil efectuó devoluciones “en caliente”, es decir inmediatas y sin procedimientos legales, con aquellas personas que alcanzaron la orilla española.

7. El Secretario de Estado de Seguridad afirmó que se comprobó que los inmigrantes no tenían ninguna lesión antes de ser rechazados. Las imágenes muestran al menos a un migrante que apenas es capaz de mantenerse en pie.

“Hablamos de un momento en el que las devoluciones ‘en caliente’ estaban muy discutidas, teníamos al ministro de Interior insistiendo en que no existían estas devoluciones ilegales. La sensación es de ‘no pueden pasar porque si no luego a ver cómo les devolvemos'”, dice Sánchez. “Había orden de disparar pelotas de goma y botes de humo sobre una zona para la que no están pensados esos materiales. En el agua no se puede huir, el efecto persuasivo se traduce en un ataque de pánico”.

Serra apunta algunas claves sobre la impunidad de Tarajal. “Aunque su versión ha ido cambiando más de diez veces a medida que iban apareciendo evidencias, Interior ha marcado desde el primer minuto la línea de defensa”. El jurista denuncia que “la propia Guardia Civil ha hecho de policía judicial. Es un sinsentido que un agente de rango menor tome declaración a imputados como el capitán del operativo. La garantía del proceso ha venido viciada de origen. Los testigos no fueron protegidos … pero es que además habían sido devueltos ‘en caliente’ a Marruecos”.

“Esto ocurre y es juzgado en Ceuta, una ciudad pequeña con una tremenda concentración de poderes alrededor del gobierno, donde la presencia militar y policial es muy alta con respecto a la población civil. En Ceuta hay mucho miedo a hablar”, señala Sánchez.

OBJETIVO: REABRIR EL CASO

El de Tarajal no es un mero documental de denuncia. Se trata, al igual que en el caso de Ciutat Morta (cuya productora Metromuster repite aquí), de una herramienta política para lograr metas concretas.

En este caso, la reapertura del proceso judicial.

“Hemos presentado un recurso al juzgado de Ceuta. Si es desestimado, presentaremos recurso de apelación en la Audiencia Provincial de Cádiz”, señala Marc Serra, cuya asociación Observatori DESC forma parte de la acusación popular del caso. “El documental se concibe como un dispositivo que tiene que ir de la mano con la acción jurídica. Es clave como acción comunicativa”.

“Existe además un objetivo social”, apunta Juan Luis Sánchez, “que es conseguir que no valgan menos las 15 muertes del Tarajal que 15 muertes en el centro de Madrid. Si no hubieran sido personas migrantes, el escándalo habría sido mayúsculo para el ministerio de Interior”.

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La “marca España” ha resultado tener forma de profundo y afi- lado corte, digno del más selecto carnicero. Todo un orgullo nazional (y no hay errata)

Para el subdirector de eldiario.es, casos como el de Tarajal no están lejos de las atrocidades que han podido verse en materia de migración por parte de países como Hungría en los últimos meses.

La empresa malagueña European Security Fencing, responsable de las concertinas, las alambradas con cuchillas de Ceuta y Melilla, es la marca que lleva la valla antirrefugiados con la que Hungría acordonó 175 kilómetros de su frontera el pasado año. “La embajadora húngara ha visitado Ceuta y Melilla para después asesorar en represión contra los migrantes al primer ministro ultraconservador, Viktor Orbán”, denuncia Sánchez.

La sentencia exculpatoria de Tarajal puede servir como precedente ante otras actuaciones autoritarias en las fronteras europeas.

Aquella mañana en Tarajal se recogieron 15 cuerpos con agua salada en los pulmones. Sus compañeros aseguran que fueron muchos más.

Sueños sumergidos.
Bultos en la mayor fosa común de la Europa supuestamente libre.

(Fuente: http://www.playgroundmag.net/)