Cuba, Documentales, Latinoamérica — 13/09/2014 a 4:26 am

(Vídeo) El diálogo de América. Fidel Castro vs. Salvador Allende

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El diálogo de América fue estrenado en París en abril de 1972, como testimonio de la lucha del pueblo chileno, siendo presentado por el escritor Pablo Neruda y por el actor Marcel Marceau. Luego de su presentación, se perdió la pista del documental, hasta que fue recuperado por la TV pública argentina.

En noviembre de 1971 Fidel Castro realiza una visita oficial al Chile de la Unidad Popular que se extiende durante tres semanas, en las cuales recorre el país de sur a norte, hablando sobre todo con trabajadores y pobladores. En esa visita se produjo el diálogo que muestra este histórico documental, dirigido por Álvaro Covacevich y producido Augusto Olivares, que también conduce el diálogo. El 11 de septiembre de 1973 este periodista sería asesinado en el Palacio de la Moneda junto a Allende, ambos acribillados por los fascistas (que no ‘suicidados’ como dice el presentador de la TV argentina).

El diálogo de América 1971 from Cristián Cataldo on Vimeo.

El tiempo (la historia) da y quita razones.
Así, mientras Allende asegura que la vía chilena es irreversible basándose en la esencia democrática del ejército chileno (“Chile tiene condiciones diferentes…las fuerzas armadas chilenas son fuerzas armadas profesionales, que a lo largo de su historia han estado al margen de una acción política…la Revolución Chilena es el pluralismo, la democracia y la libertad…Ya no es época de genocidios, la conciencia de los pueblos se alzará ante cualquier amenaza”), Fidel afirma que el seguro de vida de la revolución cubana es el pueblo armado y decidido (“…Nosotros podemos levantar 600 mil obreros sobre las armas en cuestión de horas…”) y advierte del carácter fascista de la oposición chilena (“…acude a los procedimientos clásicos, que nosotros calificamos de fascista…es de esperar que hagan resistencia fuerte e incluso violenta…”)
El presidente chileno muestra su determinación y profetiza: “Cumpliré el mandato que el pueblo me diera (levanta el puño) ¡Tendrán que acribillarme a balazos para que deje de actuar!”.

Lamentablemente Allende no hizo caso a Fidel cuando este le sugirió que le entregue armas a los obreros:

“No olvides por un segundo la formidable fuerza de la clase obrera chilena y el respaldo enérgico que te ha brindado en todos los momentos difíciles; ella puede, a tu llamado ante la Revolución en peligro, paralizar los golpistas, mantener la adhesión de los vacilantes, imponer sus condiciones y decidir de una vez, si es preciso, el destino de Chile” (Carta de Fidel Castro a Salvador Allende del 29 julio de 1973)

Al conocer la muerte de Allende, Fidel señalará:

“Salvador Allende demostró más dignidad, más honor, más valor y más heroísmo que todos los militares fascistas juntos. Los fascistas han sacado a relucir el fusil con que combatió Allende, el fusil automático que nosotros le obsequiamos, tratando de hacer propaganda burda y ridícula con eso. ¡Pero los hechos han demostrado que ningún obsequio mejor al presidente Allende que ese fusil automático para defender al gobierno de la Unidad Popular! Fue mucha la razón y la premonición que tuvimos al obsequiarle ese fusil al presidente. ¡Y si cada trabajador y cada campesino hubiesen tenido un fusil como ése en sus manos, no habría habido golpe fascista! Esa es la gran lección que se desprende para los revolucionarios de los acontecimientos chilenos” (Fidel Castro: Discurso del 28 de septiembre de 1973).