África, Noticias — 04/11/2014 a 8:03 am

Mensaje de Mariam Sankara

image_print
Thomas Sankara
Cae Blaise Campaoré que llegó al poder el 15 de octubre de 1987, en un golpe de Estado en el que se asesinó a sangre fría al popular presidente anterior, Thomas Sankara, y a otros doce de sus partidarios.

Es una verdadera alegría lo que ha logrado el valiente pueblo burkinabé: las mujeres, la juventud, las organizaciones de la sociedad civil, los partidos de la oposición, así como gran parte del ejército republicano, respetuosa del pueblo. La alegría de ver expulsado del poder a aquel que creía que Burkina le pertenecía eternamente.

Al referirse a la revolución del 4 de agosto, la juventud burkinabé ha rehabilitado al Presidente Thomas Sankara. Estoy orgullosa de vosotros, de vuestro espíritu de lucha. Os felicito. Quiero agradecer a todos aquellos y aquellas que han contribuido, de cerca o de lejos, a evitar el caos político en el que Compaoré y sus amigos querían sumir Burkina.

Compaoré y sus secuaces han vuelto a sembrar el luto en el pueblo. Comparto el dolor de las familias afectadas y les envío mis condolencias sinceras. Deseo pronta recuperación a los numerosos heridos.

Por otra parte, animo a estas familias a acudir a la justicia nacional e internacional para que Blaise Compaoré responda de sus crímenes.

La imagen de mediador de la región de la que se había disfrazado no debe disculparle de ninguna manera. Incluso en el 2012, acarició la idea de ganar el Premio Nobel de la Paz, como si olvidara los crímenes perpetrados desde 1987.

Ese señor que era solicitado como mediador en los conflictos era en realidad el mismo que los fomentaba. Países como Angola, Liberia, Sierra Leona, Guinea, Mali y Costa de Marfil, donde se ha refugiado, han sufrido sus maniobras de desestabilización.

No, no debe pasar días plácidos en Yamoussoukro. Debe responder de sus actos y de sus asesinatos. Debemos mantener la movilización hasta la victoria final que consistirá en la organización de elecciones libres, justas y transparentes.

Mientras tanto, me uno a la idea de que la gestión de la transición debe quedar en manos de civiles, para que el carácter democrático de nuestra lucha sea respetado. Esta victoria no sólo es esperada por el pueblo burkinabé, viendo los mensajes y testimonios que recibo del mundo entero.

Ahora nos toca ser dignos de esta victoria, ahora nos toca demostrar que Blaise Compaoré no es indispensable. Para que nada vuelva a ser como antes, les corresponde a las fuerzas del cambio de permanecer unidas y vigilantes, de preparar una alternativa política, económica, social y cultural para el bienestar de los Burkinabé

¡Viva la democracia y Viva Burkina!

¡Patria o Muerte, Venceremos!”

Montpellier, el 1 de noviembre del 2014