XUEVES 3 MARZO 19,30H PLAZA EL PARCHIS XIXON


 

 

Comunicado del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe.

Durante los últimos meses, los pueblos de un buen número de países nos vienen dando una lección de dignidad. Y muchos de ellos desde mucho antes. En palabras de una manifestante tunecina: “nosotros somos el pueblo, el pueblo que lucha es el pueblo”. La derrota que le inflingió el pueblo egipcio a Mubarak, como antes fue la caída de Ben Alí en Túnez, ha alentado y radicalizado las movilizaciones en toda la región. Algunos regimenes –Bahrein, Yemen- están acorralados, mientras otros -Argelia, Marruecos, Jordania- retroceden haciendo concesiones antes inimaginables. El estallido llega también a Irak, Arabia Saudita, Palestina,… Hoy el epicentro del despertar de los pueblos árabes se encuentra en las tierras libias. Este levantamiento no está enfrentando a un líder revolucionario sino a un régimen despótico que tiene estrechos intereses comunes con Estados Unidos y Europa.

El levantamiento popular iniciado el 14 de Febrero continúa creciendo; ya ha liberado vastas regiones del país y se acerca a la capital. Una búsqueda común de libertad contra regímenes despóticos, sostenidos por aparatos de terrorismo de Estado y por el imperialismo, enfrenta a los fieles garantes de las inversiones extrajeras y de las recetas neoliberales con las movilizaciones y rebeliones que conjugan reclamos sociales, políticos y de autodeterminación.

Está ocurriendo en muchos lugares y muy diferentes contextos, pero con un elemento común que acusa, como últimos responsables de la miseria, el abuso y la ausencia de derechos a las empresas y gobiernos de occidente: los Estados Unidos de Norteamérica y la Unión Europea, que sólo saben preocuparse por los intereses de sus grandes mercaderes y resolver los problemas desplazando ejércitos, haciendo la guerra, cerrando fronteras y vendiendo armas.

Este camino no acaba aquí ni ahora. El viaje no será corto ni fácil. Quizá no haya hecho más que empezar, así que empecemos a saludar el valor de quienes han decidido poner fin a la injusticia. Esto es lo que os proponemos:

– Empecemos a tomar nota de su ejemplo de dignidad.
– Prometamos que no les vamos a perder de vista.

– Practiquemos la solidaridad en su forma genuina: mostrándonos aquí, saliendo a la calle tantas veces como sea necesario, para reconocer su lucha como nuestra y viceversa, porque sólo así puede responderse a los crímenes globales de un poder con vocación global.

– Exijamos democracia de verdad, libertad y paz con justicia para toda esa gente que lucha porque, como bien gritaba esa mujer tunecina (y tantas otras como ella, desconocidas pero compañeras para siempre): “Esa gente es la que dignifica y merece el nombre de PUEBLO”.

¡Dejadles decidir en paz! ¡Dejadnos decidir en paz!

– Contra las dictaduras y la corrupción
– Contra las terribles desigualdades sociales
– Contra la expropiación de sus riquezas por multinacionales extranjeras.
– Contra la venta de armas, y el apoyo militar de la Unión Europea y de Estados
Unidos a los gobiernos antipopulares.