En todo el mundo, desde 1994, cada 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
De acuerdo a diferentes representantes y organizaciones indígenas, el 9 de agosto debe ser un día para propiciar el diálogo entre los Pueblos Indígenas, los gobiernos y Estados, la cooperación internacional, organizaciones no gubernamentales y todos los actores que trabajan para el bien común de estos pueblos que pese a los esfuerzos realizados desde el 10 de diciembre de 1994, día en que comenzó el Decenio Internacional, aún existen millones de indígenas en todo el planeta en situación de pobreza, discriminación y sin el reconocimiento a sus propias identidades, culturas y formas de organización.
Hasta ahora los Pueblos Indígenas del mundo y en particular de Abya Yala (América), continúan en su lucha por el respeto a sus derechos económicos, políticos, sociales y culturales; por ello, su exigencia en los foros internacionales para la aprobación de tratados y convenios jurídicos que les permitan ejercer libremente los mismos, como la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, la Declaración Interamericana de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la ratificación, de parte de algunos Estados, del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La Secretaría del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU y el Comité de ONG’s del Decenio de los Pueblos Indígenas del Mundo, realizarán la 13ava. Conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, en su sede en Nueva York. En este evento se leerán mensajes enviados por el Secretario General de la ONU y la Presidenta del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, entre otros. El acto tendrá una ceremonia espiritual que se realizará en la Plaza de la ONU, un acto cultural y un panel de discusión titulado: “En honor a la Juventud Indígena, Lenguas y Sitios Sagrados”.
Los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe, como en el resto del mundo, celebrarán este día con diferentes actos en los que reafirmarán sus derechos humanos, a la tierra y el territorio, su bienestar económico, social y cultural y una mayor inclusión social.
CARTA DE RIGOBERTA MENCHÚ
Este nueve de agosto estaremos conmemorando el Día Internacional de los pueblos indígenas del mundo, establecido por la Asamblea general de las Naciones Unidas el 23 de diciembre de 1994. La temática central para este año 2013, es “Pueblos Indígenas Construyendo Alianzas, en honor a los tratados, acuerdos y otros arreglos constructivos”. Con lo que se pretende fortalecer el derecho a la tierra y establecer un marco de convivencia y de relaciones económicas entre los Pueblos Indígenas y los Estados. No cabe la menor duda de que hablar del derecho a la tierra y el territorio en Guatemala es fundamental, de cara a la búsqueda de la vida plena de los Pueblos Indígenas. Hoy ese ejercicio de derechos es de suma preocupación en virtud de que las tierras y los territorios de los Pueblos Indígenas han sido invadidos por empresas transnacionales para la industria extractiva, petrolera y siembra de la palma africana.
A diecinueve años de la declaración, vemos que los pueblos indígenas de Guatemala, continuamos viviendo en condiciones marcadas por la discriminación, el racismo, la exclusión, la extrema pobreza, el machismo y la falta de acceso a la toma de decisiones, lo cual refleja las profundas inequidades existentes entre los pueblos indígenas y quienes ostentan el poder del Estado. Asimismo vemos con mucha preocupación el surgimiento de organizaciones neomilitaristas y neoterroristas cuyo propósito es seguir dividiendo al país y silenciar las voces de líderes y lideresas que defienden la vida, la verdad y la justicia. La historia es la historia, y por más que la quieran cambiar y distorsionar, refiriéndome a las acciones neorrepresoras más visibles públicamente después de 15 años de la firma de los acuerdos de paz, no podrán callar nuestra voz ni tergiversar nuestra verdad, porque esta está escrita en la mente y la vida colectiva de las comunidades.
Este 9 de agosto, el gobierno no tiene nada que celebrar, más bien tiene la obligación de garantizar el cese de la intimidación y el hostigamiento a las comunidades indígenas que luchan por la plenitud de la vida. En ese sentido, basta ya de desalojos, de persecución a hermanos y hermanas indígenas que luchan por defender sus tierras y sus territorios. Basta ya de perseguir y de criminalizar la lucha campesina. Basta ya de intimidar a defensoras y defensores de derechos humanos comprometidos con la verdad, la memoria histórica y la justicia. Basta ya de silencio. Con mecanismos intimidatorios, autoritarios y de entretenimiento no se resuelve la grave crisis que atraviesan los pueblos indígenas de Guatemala. Es urgente hacer valer el derecho de “consulta y consentimiento previo libre e informado” con que cuentan los pueblos indígenas, según el convenio 169, de la OIT, para detener el despojo de tierras y territorios indígenas en el país.
Este 9 de agosto saludo la lucha inclaudicable de los pueblos indígenas por hacer valer sus derechos inalienables. Los Pueblos Indígenas hoy son una enorme reserva de valores capaces de dotar de un nuevo rumbo a la humanidad. Que viva su lucha, que viva su resistencia.
Rigoberta Menchú Tum
Premio Nobel de la Paz