Libros, Resto del Mundo — 12/08/2016 a 7:52 pm

(Libro) Guerra Civil española para principiantes

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Antesala de la segunda guerra mundial, la confrontación española y su revolución son el último eco europeo del ímpetu insumiso que nace en Rusia en 1917. Comienza en 1931, cuando la rebeldía popular derroca a la dictadura de Miguel Primo de Rivera e instaura la II República. Desde entonces, el pueblo intenta poner fin a la concentración de la propiedad y colectivizar la tierra, separar Iglesia y Estado, alfabetizar a millones de niñ@s y adult@s... Una profunda transformación social que, aún con lamentables divisiones entre los revolucionarios, trastoca el orden eterno de los poderosos. 
Semejante osadía es aplastada ferozmente, a sangre, tortura y fuego por los dueños de España y su brazo armado. Grandes terratenientes, capitalistas, inversores extranjeros y el alto clero se encolumnan detrás de los generales Francisco Franco y Emilio Mola, jefes del golpe de estado del 18 de julio de 1936. 
Tras tres años de resistencia heroica –con asesinatos al por mayor, cárceles, campos de concentración, trabajos forzados, exilios…– la rebeldía republicana del pueblo español —milicianos obreros y obreras, campesin@s, maestr@s, poetas, intelectuales…— cae luchando bajo la bota franquista; Hitler, Mussolini y algunas potencias “democráticas” contribuyen.
Crítica de Raul Tamargo, para Imaginaria

 

Valeria Ianni (texto) y Alejandro Ravassi (ilustraciones)
Buenos Aires, Editorial Era Naciente-Longseller, 2007. Colección Para Principiantes.

Guerra Civil Española para principiantes es un libro que contiene gran cantidad de información histórica, política e ideológica y que propone un interesante ejercicio lector. Desde sus primeras líneas, quedan definidos tanto el objeto de la narración como el lugar desde el cual será observado. El texto destaca la vigencia de un episodio de la historia europea que trascendió los límites del estado español, comprometió a otros estados y a personas de casi todo el mundo y cuyos ecos resuenan todavía, especialmente en España. Éste es el eje sobre el que habrá de girar todo el relato: la actualidad de una disputa de intereses económicos, políticos e ideológicos.

La autora define su posición en tanto dice que “Afortunadamente, dentro y fuera de España también son muchos los que opinan distinto” en relación con la continuidad y permanencia de un debate que algunos sectores prefieren dejar cerrado. Memoria u olvido; dicotomía que parece evocar otra, más argentina y cercana en el tiempo. Son varios los momentos del libro que obligan a establecer relaciones con nuestra historia más reciente. Hacia el final, una vez terminada la guerra, algunas páginas dedicadas a las condiciones de los presos y una mención a los niños nacidos en cautiverio y apropiados por los carceleros. En otros casos, la referencia es más explícita: el dibujo de la página 45 muestra a un personaje que dice “Los españoles somos derechos y humanos”.

Definidos los términos “guerra”, “civil” y el carácter irreconciliable de dos proyectos antagónicos, el relato reseña los antecedentes y el marco histórico en el que se desarrollará la contienda. En unas pocas líneas (pág. 6) se cuenta la historia de la formación y decadencia del imperio español. Es apenas un antecedente, pero me detengo allí porque creo que es una muestra del trabajo del libro en toda su extensión. Apenas nueve renglones de texto y un dibujo central en el que se ve a un psicoanalista (caricatura de un Freud cuyos trabajos, a la sazón, estaban en pleno auge) y un mapa antropomórfico de España como paciente. El analista pregunta sobre un sueño recurrente; el paciente lo relata. Este esquema de historieta -propio de la colecciónPara Principiantes”– permite una relectura rápida haciendo foco en los títulos de cada capítulo y en las ilustraciones y globos. El resultado de este esquema es exitoso. El dibujante como autor. La ilustración como protagonista.

Las luchas obreras en España, la situación de los capitales extranjeros (ingleses y franceses principalmente), las características de la fuerza laboral, la distribución de la riqueza, la identificación de los “dueños de España”, son algunos de los brevísimos capítulos (uno por página) con los que el libro va tejiendo el entramado sobre el cual se desarrollará la guerra. También es rigurosa la descripción de la situación internacional: las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa y la propagación de sus ideas, el avance del fascismo en Italia y del nazismo en Alemania. Sobre ese fondo, comienza a delinearse la historia de la España que precede a la República: la dictadura de Primo de Rivera, el fin de la monarquía.

Resulta de interés transcribir un párrafo en el que la autora define las características del sistema republicano, pues en él están sintetizadas las huellas ideológicas de todo el libro:

“La república es la forma de gobierno con la que la burguesía despliega su dominio sobre el conjunto de la sociedad. A diferencia de lo que ocurre en las monarquías, este dominio adquiere una forma anónima e impersonal e implica la participación política de los trabajadores y pequeños propietarios en tanto ciudadanos. La igualdad política refuerza la apariencia de la neutralidad social del Estado y oscurece su carácter de clase.”

La importancia de una definición semejante de parte de quien presenta los hechos, exige de los lectores una actitud despierta y crítica. El libro, como la guerra que estudia, no sólo permite sino que obliga a la discusión.

De sus ciento noventa y dos páginas, casi la mitad están dedicadas a la crónica bélica: avances y retrocesos, el apoyo internacional a cada parte contendiente, los liderazgos y las alianzas, la participación de los intelectuales. Las últimas veinte páginas establecen un balance de la guerra además de describir la actitud de los vencedores en relación a los vencidos y, brevemente, los años de dictadura franquista. El libro cierra con un comentario sobre las resonancias actuales de la guerra y la vigencia de la lucha de intereses que representó.

Gran cantidad de información, bien documentada y bien organizada; síntesis clara, sin notorias omisiones; ilustraciones atractivas que agregan contenido; posición definida de quien relata y analiza los hechos. Tales son los ingredientes de un libro que, presentado para jóvenes lectores, puede promover en ellos el interés en otras lecturas y la instalación de debates en torno a la historia, la política, la economía, la guerra.