(Libro) Pedagogía del oprimido, de Paulo Freire


La Pedagogía del Oprimido (1970) es uno de los trabajos más conocidos del educador, pedagogo y filósofo brasileño Paulo Freire. El libro, de orientación marxista, propone una pedagogía con una nueva forma de relación entre educador/educando y entre sujetos sociales.

El libro está dedicado a “los oprimidos”, y está basado en su propia experiencia como profesor para adultos analfabetos. En él Freire incluye un detallado análisis de clases marxista en su exploración de lo que él llama la relación entre “colonizador” y “colonizado.” Es uno de los fundamentos de la pedagogía crítica.

Escrito durante su exilio en Chile, el libro de Paulo Freire presenta lo que no es meramente una nueva pedagogía, sino un plan para la liberación auténtica del ser humano.

En este libro Paulo Freire critica el sistema tradicional de la educación (lo que él llama “la educación bancaria”) y presenta una nueva pedagogía donde los educadores y los educandos trabajan juntos para desarrollar una visión crítica del mundo en que viven.

En su introducción al libro, Freire advierte que su libro “probablemente provocará” reacciones “sectarias” en algunos lectores, pero se debe evitar este sectarismo porque “es un obstáculo para la emancipación de los hombres” y “provoca el surgimiento de su contrario, cual es la radicalización del revolucionario”.

El primer capítulo contiene cinco partes (“Justificación de la pedagogía del oprimido”; “La contradicción opresores-oprimidos, su superación”; La situación concreta de opresión y los opresores”; “La situación concreta de opresión y los oprimidos”; y “Nadie libera a nadie, ni nadie se libera solo. Los hombres se liberan en comunión”).

Freire empieza escribiendo sobre la búsqueda de las raíces de los problemas que la humanidad enfrentaba a fines de los sesenta y sugiere que el hombre es un “ser inconcluso”, y que la deshumanización existente en el mundo “es distorsión de la vocación de SER MÁS”. Esta distorsión conduce a los oprimidos a “luchar contra quien los minimizó”.

Su lucha sólo tiene sentido cuando los oprimidos no se transforman en opresores de sus opresores, “sino en restauradores de la humanidad de ambos”. Esta restauración solamente puede venir de los oprimidos porque son ellos los que entienden la necesidad de la liberación: “¿Quién mejor que los oprimidos se encontrará preparado para entender el significado terrible de una sociedad opresora?” pregunta Freire.

En el siguiente enlace, puedes descargar también la “Pedagogía de la esperanza”